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Jane (Canadá)

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Mis planes originales de viajar a Buenos Aires incluían la búsqueda de un profesor de español. Tuve la suerte de que una amiga me recomendara “Buenos Aires Spanish”, coordinado por Fabiana.

Todos los detalles: la cantidad de horas por semana, el alojamiento en una casa de familia, las fechas de llegada y de partida, fueron confirmadas antes de viajar. Las transacciones se hicieron por  Pay Pal, y los saldos pendientes se cancelaron el primer día de clase. Todo salió perfectamente.

Mi hermana, Wendy, y yo tuvimos clases durante una semana, antes de viajar a Uruguay. Wendy regresó a Canadá, y yo, a mi habitación en la casa de Eva y a mis clases en el estudio de Fabiana. Durante el mes siguiente, debatimos sobre la historia y la cultura argentinas, el singular lunfardo, y los eventos de la ciudad. Yo veía películas, que luego discutíamos desde el punto de vista del lenguaje y de la cultura. Hice actividades escritas sobre el uso de verbos (mi punto débil), leí cuentos cortos de autores argentinos, y llené un cuaderno con vocabulario.  El estudio era un lugar maravilloso para las clases, porque Fabiana tiene todo al alcance de la mano: desde sitios Web hasta diccionarios, novelas y revistas. También me dio la posibilidad de conocer a su marido, Pablo, y a su hija, Julia, y aprender el ritual de tomar mate. Gracias a las numerosas sugerencias de Fabiana, exploré los rincones ocultos de la ciudad.

Mi hogar fue la casa de Eva, una anfitriona encantadora y con mucha energía. Su apartamento, en el corazón de Belgrano, tenía la ventaja de estar muy cerca del tren, y así, viajar al centro y a la terminar de ómnibus era muy fácil. Tenía un cuarto individual y baño compartido. Eva me preparaba el desayuno todas las mañanas y tenía mucho lugar para guardar mis comidas.

Por eso, si su viaje a Buenos Aires incluye en estudio de español, y deciden elegir “Buenos Aires Spanish”, puedo garantizarles que su nivel de instrucción será de la mejor calidad.

Jane Humen,
Calgary, Canadá